Ignacio Sainz Iglesias: “No podemos hablar de una fiebre del oro sino de episodios febriles”

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En el peor momento de la pandemia, mucha gente temió por sus ahorros de dinero en el banco y que se produjera una nueva crisis como la provocada por las hipotecas subprime en 2008 y muchos invirtieron entonces en oro. VeraCash, una empresa creada en 2015 en la ciudad francesa de Burdeos cuadriplicó su número de clientes hasta los 30.000 en los últimos meses.

“Cualquier particular puede comprar oro, en VeraCash es bastante sencillo, hay que inscribirse en la plataforma, rellenar una serie de informaciones para comprobar la identidad y donde vive -esto se necesita para luchar contra el blanqueamiento de capitales-, y una vez se ha validado su ficha, puede empezar a invertir. El cliente envía su dinero, nosotros compramos oro y lo ponemos en su cuenta y desde entonces dispone de un número de gramos que puede usar con su tarjeta o con la aplicación móvil”, explica Sainz Iglesias.

El oro que compra esta empresa de Burdeos para sus clientes se guarda en el puerto franco de Ginebra, Suiza, uno de los lugares más seguros del mundo. “Desaconsejamos a los particulares tenerlo en casa por el peligro de robo ya que las pólizas de seguro no lo cubren, nosotros tuvimos algún episodio complicado con algún cliente que quiso que se le mandara a casa y lo enterró en el jardín”, cuenta el experto.

El 50% del oro mundial está en forma de joyas

Estados Unidos es el líder indiscutible y en el top 10 están potencias como Francia, Alemania, China; y también dos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. Pero, además, hay particulares.

“Hay que tener en cuenta que el oro del que estamos hablando es oro de inversión y sólo representa el 20% de todo el oro que se ha extraído de la tierra, unas 200.000 toneladas. Países como India o algunas familias reales del Golfo tienen mucho oro en forma de joyas, el 50% del oro está en joyas”, aclara Sainz Iglesias.

Se registra un repunte del precio del oro

Una onza de oro equivale a 31,1 gramos y se llegó a cotizar a mediados del 2020 a 2.000 dólares, en plena pandemia. Casi un máximo histórico. Luego bajó en el mes de septiembre antes de volver a subir.

“El oro suele marcar picos históricos en momentos puntuales como pasó con la crisis de las subprimes o como ha pasado ahora con la pandemia. En septiembre hubo la crisis de la inmobiliaria china Evergrande y eso tal vez haya hecho que la gente se imagine un riesgo que podría causar problemas en todo el sistema financiero”, dice el responsable de operaciones de VeraCash.

Actualmente, la onza de oro ha registrado un repunte y se cotiza a unos 1.754 dólares, pero para el experto no podemos hablar de fiebre del oro. “El oro siempre vuelve cuando hay una tensión geopolítica, cuando hay incertidumbre, un cierre gordo, pero no podemos hablar de una fiebre, al final son episodios febriles dentro de una situación o contexto internacional”, matiza.

Los Acuerdos de Basilea III cambiarán el mercado

El 1 de enero de 2023 es una fecha clave para el mercado del oro porque entra en vigor en Reino Unido el acuerdo de Basilea III, que va a impactar directamente en el funcionamiento de los Bancos de Lingotes, y es en Londres donde se concentran estos bancos.

“Son unas reformas financieras cuyo objetivo es evitar que haya problemas como hubo en el 2008 y 2009 con Lehman Brothers. Van a obligar a los bancos a mantener una reserva de oro fijo mayor que a la que están obligados hoy. Los bancos están cubriendo sus posiciones con una parte de oro físico y una parte de oro papel. Va a haber una demanda de oro físico más alta y esto llevará a que, en teoría, aumente el precio del oro”, concluye Ignacio Sainz Iglesias.

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