Botánika superó la pandemia y hoy tiene su línea de maquillaje vegano
Wara Arteaga /La Paz
Aunque en la pandemia Lorgia estuvo a punto de “tirar la toalla” y abandonar su iniciativa de cosmética ecológica Botánika, este noviembre hizo realidad su sueño de presentar su propia línea de maquillaje vegano.
Su iniciativa comenzó a gestarse hace ya cinco años, con productos de cuidado de la piel: desmaquillantes, ecodorantes, cepillos dentales de bambú, sérums y aceites para el cabello, entre otros.
Durante todo ese tiempo, en paralelo, Mercado elaboraba las fórmulas para presentar su línea de maquillaje de características veganas.
“Tiene casi cinco años de trabajo, porque estábamos en pruebas de rímel, del pintalabios, de que un contorno dure, del delineador. Se ha ido trabajandoen toda una gama de productos naturales con los que puedes crear un maquillaje de día o de noche”, dijo la emprendedora.
Sin embargo, cuando estaba cerca de completar las fórmulas llegó la pandemia. “Botánikaha sentido el golpe duro de la pandemia, apenas estamos de pie; sin embargo, como este proyecto tiene cinco años de investigación, nosotros habíamos hecho los pedidos de todos estos insumos antes de la pandemia y de hecho la pandemia nos ha hecho postergar el lanzamiento”, manifestó Mercado.
Después de levantarse algunas de las restricciones en las zonas fronterizas, Lorgia tuvo que viajar hasta Lima (Perú) para traer el ingrediente que le habían despachado desde Europa: la mica.
“Estos pigmentos no existen en Sudamérica y tenemos que importarlos, pero nos hemos dedicado mucho a que sea de un origen libre de explotación laboral, de todas estas explotaciones al medioambiente. Hemos tardado buscando un proveedor confiable y que cumpla con estos requisitos”, relató al explicar sobre el insumo que le faltaba.
“Las micas nos han ayudado a dar el paso para las sombras, labiales e incluso las bases”. Además, trabajó con composiciones de mantecas vegetales como cacao, mango y carite, entre otros.
A la par de la larga espera del ingrediente, Mercado atravesaba por un conflicto más grande: ¿cómo mantener el negocio? La respuesta no era una sola, recordó que tuvo que hacer muchos cambios, desde reducir la producción, facilitar los métodos de compra, impulsar sus redes sociales y dictar talleres en línea.
Ya con las fórmulas hechas, Botánika debía cumplir otra etapa: el diseño de la línea y los empaques.
Mercado rememoró con nostalgia este proceso, pues en sus palabras “se juntaron muchas personas para cumplir su sueño”.
“Han aparecido las personas ideales. Por ejemplo, para la imagen de marca apareció una chica muy joven que hace unos diseños lindos y justo esta línea está dirigida al público juvenil, porque tiene colores vibrantes y esta ilustradora hace dibujos con harto color y ella lo hizo”.
También el empaque se desarrolló desde cero, con el concepto de reducir lo máximo en residuos por cada envoltorio.
“(Encontramos) una imprenta que hace diseños con tintes vegetales, de menor a mayor cantidad, con una persona que era súper atenta, que te daba soluciones porque en Botánika queremosreducir lo máximo el uso de desperdicios por empaque. Junto a él hemos hecho unos empaques prácticos”, comentó.
Para la presentación, la joven emprendedora reunió a maquilladores y a productores audiovisuales. Sin embargo, para cubrir esta inversión tuvo que ingeniar una estrategia.
“Aunque no lo crean, hemos trabajado con intercambio de productos. Eso me ha ayudado bastante”, sostuvo.
Para Mercado, con 200 bolivianos una persona podría hacerse del estocaje completo de maquillaje: delineador, sombras, labial, el jabón para peinar, rubor. Y es que los precios fueron otra de las razones por las cuales Botánika entró al mercado.
“Los precios que manejamos lo hemos hecho como con todos los productos para que sean lo más asequibles posible, para que todos los puedan adquirir”.
Recordó que cuando se decidió a usar productos ecológicos, éstos eran muy caros en comparación con el precio del mercado y apostó por hacer sus productos accesibles para motivar a usar la cosmética sostenible.