Trucos para que el mal tiempo, la calefacción y la mascarilla no dañen tu rostro

Atrás quedaron los días de nieve y la borrasca Filomena, pero las bajas temperaturas aún permanecerán entre nosotros, aunque suban y bajen durante lo que resta del invierno. Y sí…¡reconócelo! Nada más apetecible que prender la calefacción, sofá y manta, ¿verdad? Pero a veces nos toca salir a la calle y, frente a la pandemia hay que tener muy presente el uso de la mascarilla higiénica. Y esos cambios bruscos de temperatura y el uso continuado de la mascarilla pasan factura. ¿Sabes cómo cuidar correctamente la piel de tu rostro?

En primer lugar, conviene recordar que el frío del invierno determina una disminución de la secreción de la piel (sebo y sudor), así como una disminución en el riego sanguíneo. Todo ello hace que la piel tenga tendencia a la deshidratación, la palidez y los trastornos vasculares, comenta José Carlos Moreno, dermatólogo y presidente de honor de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

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Ojo con los cambios de temperatura

Por otro lado, el uso de la calefacción para contrarrestar las bajas temperaturas puede favorecer la deshidratación de la piel. Moreno coincide en que la temperatura ambiente ideal para nuestra piel debe oscilar entre los 20-21 grados centígrados, y que la humedad tendría que situarse entre el 50% y el 70%. Sería bueno tener en cuenta estos baremos cuando climatizamos nuestra vivienda.

Las dos caras de la mascarilla

El maskné se ha puesto de moda en los últimos tiempos tras el uso continuado de las mascarillas. El dermatólogo de la AEDV sostiene que este tipo de acné es muy parecido a las lesiones acneiformes causadas por roce, muy habituales en los deportistas. También llamado acné mecánico, afecta a jugadores de rugby, por ejemplo, donde el contacto es muy intenso.

Y es que la combinación de frío, calefacción y mascarillas se acaba notando en nuestra piel. Por supuesto, el tipo de cutis también influye. “Son más propensas a padecer los efectos las pieles más sensibles, delgadas, finas, hipersensibles (como en los pacientes atópicos o con rosácea/cuperosis) y aquellas que tienden a padecer seborrea, especialmente las que tienen o han tenido acné”, detalla Moreno.

Este año tenemos la particularidad de la mascarilla, que hace que los poros se ocluyan con más facilidad, dando lugar a granitos y otras molestias relacionadas, apunta Rubén Rubiales Vázquez, farmacéutico y CEO y fundador de Lesielle Adaptive Skincare. “Para ello – continúa- lo más recomendable es introducir en nuestro cuidado, si es que antes no lo hacíamos, un exfoliante como el ácido salicílico para ayudar a limpiar la piel y los poros en profundidad”.

¿La otra cara de la moneda? Para Gugliotta la mascarilla en esta temporada también puede ser de gran ayuda para cortar el frío intenso que estamos viviendo. “ Y si es de tela, fantástico, porque aun protege más a nuestra piel”, puntualiza.

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“Mientras la arena sólo refleja un 15% de la radiación solar, sobre la nieve el porcentaje puede llegar al 85%. Además, la nieve crea un efecto espejo que refleja el 80% de los rayos ultravioletas y la acción del frío y el viento sobre la piel la resecan fácilmente, volviéndola más frágil y susceptible de sufrir quemaduras”, detallan desde Laboratorios +Farma Dorsch, que también insisten en el uso del protector solar en esta época del año.

Cremas hidratantes: ¿Cuándo sí ? La humedad en invierno es menor y, por tanto, nuestra piel se encuentra más seca y desprotegida. El farmacéutico Rubén Rubiales recomienda en esta época del año usar cremas más ricas e hidratantes que en verano, y que incluyan activos e ingredientes protectores, como por ejemplo la vitamina E. “Sin embargo – continúa- el usar una crema más o menos hidratante finalmente dependerá de la piel de cada persona. Por ejemplo, si es grasa, no debemos cambiar nuestra crema hidratante por una para piel seca”.

Evita la exfoliación. Por lo menos la mecánica, enfatiza Paola Gugliotta. No es momento de exfoliar, pero sí de utilizar ácidos, no como exfoliante sino con la finalidad antisensibilizante. Por ejemplo, para las personas que tienen rosácea es una buena oportunidad para hacerse tratamientos con productos que contengan ácido laico. Esta temporada invernal también es ideal para usar repigmentantes o peelings químicos médicos, no cosméticos.

Usa bálsamos limpiadores. Es el momento de evitar las espumas, toallitas o aguas micelares que puedan arrastrar parte de la película protectora de la piel, dice Pedro Catalá, fundador de Twelve Beauty. “Las formulas recomendadas ahora son los bálsamos, las cremas y las leches limpiadoras más suaves y fundentes”, subraya.

Alíate con los aceites. Aplicarse estos productos en la cara va muy bien. Una buena opción es el escualano, que es un aceite fino que nutre la piel y esta se alimenta de él, dice Gugliotta. Lo ideal es colocar una capa fina después de la crema y el sérum. Pero ¡ojo! No es recomendado para las pieles grasas, en ninguna época del año.

Y tampoco todos los aceites son válidos. No olvides que la mascarilla hace que los poros se ocluyan con más facilidad, dando lugar a granitos y otras molestias relacionadas. Por eso mismo, evita los agentes altamente oclusivos como determinados aceites. Por ejemplo el de coco, pues, aunque pueden venir bien para hidratar, hay otros ingredientes que, sin ser oclusivos, también cumplen la función hidratante. Estos son los llamados humectantes o ingredientes higroscópicos, como el ácido hialurónico, comenta el experto de Lesielle.

Dale protección extra a tu piel. ¿Cómo? Con una mascarilla nutritiva por la noche. Lo ideal será aplicarla después de la crema de noche, indica la experta de Sepai. “Hay que recurrir a las mascarillas súper protectoras y lipídicas que aporten una barrera de protección extra aportando elementos grasos esenciales que ayuden a reconstruir la barrera lipídica”, agrega.

Claves para elegir productos para tu rostro

Rubén Rubiales Vázquez, farmacéutico y CEO y fundador de Lesielle Adaptive Skincare destaca dos aspectos que no se pueden pasar por alto a la hora de comprar productos para al piel del rostro. ​Primero, enfatiza, que sea para tu tipo de piel (seca, normal, mixta, grasa…), nada de para pieles maduras o para todo tipo de piel, pues cada piel es diferente. Y segundo, mira si incluye algún ingrediente activo (retinol, Vitamina C…). La concentración que tiene deberá estar siempre en el producto final (si no se anuncia, desconfía).​Además, recomienda buscar productos con garantía. "Recurre a aquellos que estén contrastados y recomendados por la Unión Europea", enfatiza Moreno. ¡Recuerda! Busca aquellos que sean más adecuados a tu piel. No necesariamente los más caros son los mejores. “Evita los excesivamente grasos o que contengan sustancias inductoras de alergia”, concluye el experto.