En el desfile de Michael Kors, la auténtica protagonista fue la modelo Patti Hansen

A lo largo del deslumbrante espectáculo, los glamurosos recuerdos de la década asaltaron a la modelo de Staten Island. "Ver a todo el mundo bailando cuando se ha puesto a cantar [Barry Manilow], me ha hecho llorar”, comentaba exultante en el backstage el final apoteósico del desfile, con el famoso crooner entonando su gran éxito de 1978 "Copacabana" y todo el elenco de modelos –incluidas Bella y Gigi Hadid, Adesuwa Aighewi, Selena Forrest, Lily Nova y Bomi Youn– aplaudiendo junto a él y meneando las caderas sobre un escenario de oropeles dorados. "¡Es como sentirse de nuevo en el Studio 54!”.

Pero no solo la música, los pasos de baile y la ropa (¡abrigos de pelo! ¡Boas de plumas! ¡Vestidos halter de lentejuelas!) avivaron su nostalgia: los ojos ahumados y las explosivas melenas cardadas también contribuyeron. "No difiere mucho de como lo llevo ahora”, comentaba mientras el estilista Orlando Pita arreglaba su alucinante melenón rubio. "¡Llevo los ojos oscuros y nunca me peino con el secador!”.

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— Margret Jons Sun May 10 20:54:49 +0000 2009

En sintonía con esta carta de amor de Kors al alto voltaje y la diversidad de la zona West 50s de Manhattan a finales de los 70, Pita ofreció una extraordinaria variedad de estilismos –cascadas de ondas flotantes, bucles extragrandes o nubes afro–, personalizados al detalle y combinados con multitud de boinas ladeadas y tocados brillantes estilo cabaret. Tras devorar el año pasado el revelador documental Studio 54, el profesional se sentía en el paraíso del peluquero: "En los años del disco, yo estaba en el instituto y solía ir a Studio 54", explicó. "[Aquella época] forma parte de mí. Siempre tendré esa conexión con ella". El maquillador Dick Page estaba, cuando menos, en la misma onda. “Her name was Gigi, she was a showgirl . . .”, tarareaba mientras retocaba dos looks diferentes de ojos ahumados, uno con sombra violeta lavada y el otro con un degradé de ónix y oro. "Me gusta la idea de usar el maquillaje como decoración", explicó. "¡Es más divertido cuando no tienes que pensártelo tanto!”. En este sentido, algunos de los maquillaje de ojos de Page, como el que reservó a Hansen, fueron más sutiles, con un eyeliner negro azabache y varias capas de máscara para dar mucho volumen a las pestañas.