¿Por qué debes cambiar tu rutina de belleza (ahora)?

¿Por qué debes cambiar tu rutina de belleza (ahora)?

¿Por qué debes cambiar tu rutina de belleza (ahora)?

CUIDADO DE LA PIEL¿Usas los mismos productos cosméticos en verano que en invierno? Esta es la guía definitiva para adaptar tu rutina de belleza a los días de frío

Por Carmen Lanchares

Lo mismo que con el cambio de estación haces cambio de armario, también deberías plantearte que tu rutina de belleza no puede ser igual en verano que en invierno. Si las condiciones externas varían, tu piel (sí, ese órgano que ejerce de barrera y conexión entre el mundo exterior y tú) también lo nota. Lo mismo le sucede tu pelo. Si aún no has hecho cambios en tu neceser y estás manteniendo la misma rutina de belleza que hace un par de meses, debes plantearte ya modificar ciertos gestos y productos. El cambio de hora evidencia, más que la fecha del calendario, la llegada de la nueva estación. Y al igual que ya has sustituido en tu cama la colcha de lino por la funda nórdica, tu piel necesita también ahora otras texturas diferentes que la pongan al abrigo de los agentes externos. Menos horas de luz natural, días notablemente más fríos, la lluvia, más tiempo en ambientes cerrados y calefactados o más contaminación ambiental y digital son algunos factores que la afectan y que hacen necesario cambio de rutina de belleza.

“Hay muchas cosas del cuidado de la piel que me parecen modas de marketing poco serias y que frivolizan el cuidado de este órgano tan importante. Pero en este caso, no es una moda sino algo lógico. En invierno es cuando se producen más brotes de dermatitis atópicas, por ejemplo. El frío produce una mayor fragilidad capilar, provoca la pérdida de agua en la córnea y retrasa el ciclo de renovación celular, además de aumentar la sensibilidad de la piel. La sequedad, tirantez, descamaciones y rojeces son los efectos negativos más habituales que provoca el frío en nuestro rostro. Y la rutina de belleza debe adaptarse a las necesidades de la piel en cada momento”, asegura Inmaculada Canterla, Directora de Cosmeceutical Center, licenciada en Farmacia y especialista en dermocosmética, nutrición, dietética y medicina antiaging. Además, cuanto más tirante y menos flexible está la piel las arrugas y líneas de expresión se notan más marcadas las arrugas y líneas de expresión… ¿No es un buen motivo para adaptar tu rutina de belleza? El primer paso, sin duda, es conocer el estado de la piel, "un requisito fundamental para conseguir unos resultados efectivos”, afirma la farmacéutica. Y este debe ser siempre el objetivo.

El filtro solar también es para el invierno

”Las manchas normalmente salen más en verano. En invierno la piel se aclara y es la época ideal para hacer tratamientos de despigmentación profesionales (láser, IPL, fraccionado, peelings químicos…) y utilizar principios activos para uniformar el tono de la piel (kojico, arbutina, retinoides, fitico…)” explica Canterla. Pero a la hora de realizar el cambio de neceser, la farmacéutica aconseja incluir productos que restablezcan la función de nuestro factor de hidratación natural (FNH), sustancias emolientes y humectantes que retengan el agua de la epidermis y eviten su evaporación, mantecas y aceites vegetales para reforzar la estructura del manto hidrolipídico, ácido hialurónico multipeso o ceramidas. “No hay que olvidar el uso del filtro solar en invierno. En toda rutina del cuidado de la piel, y sea cual sea la estación del año, es imprescindible que el último paso sea la aplicación del filtro solar. Aunque existe la creencia errónea de que el sol no afecta a la piel en invierno, la radiación de los rayos UVA (que afectan al ADN, las células, los vasos y tejidos) es unas 17 veces mayor que la radiación de los rayos UVB (daños inmediatos en la piel como quemaduras) y se mantiene estable en cualquier tipo de situación meteorológica”, apunta la directora de Cosmeceutical Center, quien propone, asimismo, usar fórmulas con activos de propiedades reparadoras, protectoras y regeneradoras como aceites naturales vegetales (como el aceite de sésamo, el aceite de macadamia, el aceite de chía), Vitaminas B3 y B5, Teprenona (que va muy bien para calmar las pieles hipersensibles) y Vitamina K2 (para reforzar las paredes de los capilares).

Introduce nutricosmética en tu rutina de belleza

Según Inmmaculada Canterla, los cambios de estación conllevan en muchas ocasiones cambios en nuestro estado de ánimo. La llegada del otoño, con los días más cortos y las temperaturas más bajas, nos obliga a una readaptación de todo el organismo y recuperar un ritmo requiere más energía. “En esta época son típicos los multinutrientes o multivitamínicos, los suplementos para la caída del pelo (efluvio telógeno), utilizar adaptógenos como Rhodiola o ashawanda para resistir mejor el estrés, la suplementación para reforzar las defensas naturales a base de activos provenientes de extractos de Reishi, Shiitake y Maitake, así como Vitamina C y Zinc, que contribuyen a reforzar el sistema inmunitario, propóleo (un gran inmunomodulador en infecciones respiratorias, asma etc…), regaliz, ajo, equinacea o muérdago).

Objetivo: dar luz a la piel

¿Por qué debes cambiar tu rutina de belleza (ahora)?

“Todas las sustancias que participan en la inhibición de la síntesis de melanina automáticamente dan luz como efecto indirecto”, avanza Inmaculada Canterla. Son muchos los activos que pueden jugar un papel relevante en la luminosidad cutánea, solo hay que integrar en nuestra rutina de belleza los que mejor se adapten al estado de cada piel. En este sentido, la especialista refiere que la vitamina C no debería faltar en ningún tratamiento diario porque reduce la pigmentación. Asimismo, el ácido azelaico y la niacinamida (vit. B3), que además de restaurar el equilibrio de la epidermis, ayuda a reducir las manchas oscuras y la inflamación, mejorando la apariencia global de la piel, son dos buenos aliados a la hora de combatir el aspecto apagado de la piel.

Y el pelo también

En la rutina de belleza capilar el cambio de estación también impone modificar algunos productos y adaptarlos al estado de la melena. Así lo confirma Sonia Atanes, directora del salón de taninoplastia SAHB:" Lo adecuado es observar qué necesita nuestro cabello en cada momento. En otoño, recomiendo nutrición capilar post verano y anticaída para preparar el cabello para el invierno. En invierno, los tratamientos antiestáticos y protectores térmicos, ya que no solo nos protegen de las herramientas térmicas si no de los cambios de temperatura. Y en primavera, tratamientos de células madre o fortalecedores para revivirlos. En verano, tratamientos nutritivos y protectores solares para prevenir los estragos del sol”.

Lee las etiquetas

“Es mucho más importante de lo que parece saber interpretar las etiquetas de los productos, como por ejemplo la durabilidad de un envase abierto o prestar atención al orden en que aparecen los ingredientes. Cuanto más al principio está, mayor cantidad en su composición. De esta forma, podemos valorar su calidad. Hay que buscar según las necesidades de nuestro cabello y de ahí la importancia de dejarse asesorar. A evitar sí o sí el hidróxido de sodio que es un agente muy agresivo”, aconseja Atanes. Según Victor López, responsable en España de la firma norteamericana California Mango, el cabello necesita en esta época sobre todo nutrición y regeneración; y para ello recomienda el champú de la firma con bayas de açaí y goji, papaya y granada. “Estas dos últimas frutas son importantes porque revitalizan el cabello de dentro hacia fuera, ayudando a la estructura capilar”. Dos ingredientes también a tener en cuenta en las fórmulas acondicionadoras.

No hace falta cortar

Hay quien con el cambio de temporada también cambia de estilo en su cabello. Nada en contra, pero no es algo que contribuya especialmente a la salud capilar. Para Sonia Atanes, tanto el corte como el color tiene que ver con el momento vital de cada persona. “Algo que tenemos claro todos los profesionales es que detrás de un cambio de imagen hay un cambio personal consciente o inconsciente”. Lo que sí es importante, según esta experta, es asumir como una rutina de belleza el cuidado y mantenimiento del color y sanear de forma regular, independientemente de la época del año, las puntas para evitar su deterioro.

Cambio (también) de base de maquillaje

La razón es obvia. “La gran mayoría de pieles cambian de tonalidad en las estaciones cálidas y en las frías”, explica Paula Marcos, maquilladora oficial de Estée Lauder, pero es que, además, solemos cambiar la forma de maquillarnos en verano y en invierno, por lo que nuestra base de maquillaje debería cambiar con nosotras. “Para conseguir un efecto de piel real, el maquillaje de base debería adaptarse a nuestro tono exacto. Si en invierno tenemos la piel con una tonalidad más clara, el maquillaje también debería ser más claro y si en verano nos bronceamos tendremos que subir la intensidad del tono”.

Necesitas dos bases

Una más clara y otra más oscura. De este modo, dice Paula Marcos, mientras la piel vaya subiendo o aclarando el tono, según la época, podrás mezclarlas y modular los matices para conseguir un acabado perfecto en cualquier ocasión. Lo ideal es encontrar un maquillaje con una textura que se adapte a tu piel en cualquier situación. “La fórmula de Double Wear, por ejemplo, se ajusta bien a las distintas estaciones. Su textura es idónea para el verano, porque resiste el sudor e incluso el agua. Y su cobertura, de media a total, funciona bien en los meses más fríos”.

Cómo elegir el tono adecuado

Hay probar la base de maquillaje en el rostro, que es donde se va aplicar, y nunca en la mano porque el tono de esta no suele ser el mismo que el de la cara. “Aplica un poco de maquillaje en la zona de la mandíbula y zona central del rostro y difumina con el dedo, ¡si desaparece, es tu tono de maquillaje!”, manifiesta Paula Marcos. A la hora comprar hay que tener en cuenta que la intensidad del tono de nuestra piel puede variar entre invierno y verano; pero también su subtono que puede ser rosado, dorado o neutro. Según la maquilladora, el subtono rosado o frío normalmente se da en pieles que tardan más tiempo en broncearse y suelen quemarse con facilidad, mientras que el dorado es propio de las pieles que se broncean con facilidad. Según sea el subtono de tu piel, debes elegir el de la base de maquillaje. No obstante, ante la duda, siempre puedes aplicar un fondo con subtono neutro, para compensar su tendencia. “El subtono neutro es una mezcla de ambos subtonos, y suele adaptarse muy bien a todos los matices de piel”. Pero si no quieres cambiar de basem la experta aconseja aplicar polvos bronceadores en verano o cuando quieras subir ligeramente el color del maquillaje de base. Y para conseguir un efecto más natural y jugoso mezcla tu maquillaje con el suero o incluso con tu crema hidratante”.

Los tres pasos (muy sencillos) para reparar el pelo dañado

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Por Vogue para I.C.O.N.

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