El eterno retorno del modelo extractivista en Colombia - Razón Pública
Alerta roja por el cambio climático
La intensidad y frecuencia de las alteraciones climáticas, como las prolongadas oleadas de calor o los fríos extremos de invierno, complican aún más la lucha global contra el cambio climático, pues los medios para enfrentarlas provienen de los combustibles fósiles.
El carbón especialmente, pero también el gas, son los protagonistas de la crisis energética que vive Europa y de la creciente demanda en Asia, incluso de países que suscribieron en Acuerdo de París.
Junto a ellos, el mundo vive también la euforia de los llamados minerales de la transición, es decir, de minerales estratégicos para la fabricación de paneles solares, torres eólicas y equipos para la conversión, almacenamiento y distribución de energía.
El informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) anunció que el calentamiento global llegó a un punto sin retorno y advirtió que, aunque la actividad humana cambió irreversiblemente los patrones climáticos, aún es posible evitar sus efectos catastróficos.
Es más: las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) para contrarrestar el calentamiento global por parte de los países suscriptores del Acuerdo de París se quedan cortas frente a las noticias recientes sobre cambio climático. Y el llamado de la Cumbre Internacional de Adaptación Climática (CAS) que tuvo lugar en enero de 2021, había pedido que se duplicaran los esfuerzos para reducir las emisiones contaminantes.
Ahora bien, en medio de esta alerta roja los gobernantes y lideres ambientales del mundo se preparan para la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26).
El regreso mundial del carbón
La pandemia paralizó el comercio mundial durante el año pasado, a tal punto que los precios y volúmenes transados de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) cayeron a niveles muy bajos. Y aunque se esperaba un mayor repunte de las energías limpias, hoy por hoy los combustibles fósiles vuelven a ser el recurso energético más demandado.
Entre las razones del actual auge del carbón —el más sucio de los hidrocarburos fósiles— se encuentran: